El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva junto a la Embajada de Francia realizó ayer en el Polo Científico Tecnológico el quinto encuentro de este año del ciclo “Café de las Ciencias” titulado “Nanotecnología: un pequeño mundo, grandes oportunidades”. La charla contó con la participación del doctor en Química, Galo Soler Illia, y del doctor en Ingeniería Química ítalo-argentino, José María Kenny, y con la moderación del especialista en bioinformática, Adrián Turjanski. Como novedad, este café contó con la participación especial de la Embajada de Italia en Argentina.
Al comienzo de la charla, el Dr. Kenny hizo referencia a los orígenes de la nanotecnología y señaló que, en términos generales, “la nanotecnología es el nombre bonito que le damos a la química, porque la química es nanotecnología”.
Luego, ambos especialistas se refirieron al procedimiento de producción de los nanomateriales que se desarrollan en la actualidad, y en este caso el Dr. Soler Illia explicó: “Los nanomateriales son aquellos materiales que por sus pequeñas dimensiones poseen propiedades excepcionales. Un nanomaterial presenta un comportamiento diferente al de la materia a gran escala de la que proviene y posee propiedades nuevas a explorar.”
Para finalizar, se disertó sobre las futuras aplicaciones de la nanotecnología. “La nanotecnología si bien no es la solución de todos los problemas, es una tecnología trasversal que tiene aplicaciones en todos los sectores y puede combinarse con otras actividades industriales y de investigación”, aseveró el científico ítalo-argentino, y a modo de ejemplo, explicó el caso de los sistemas fotovoltaicos aplicados en pinturas: “Un edificio íntegramente pintado con pintura fotovoltaica representa un avance que en el futuro resolvería el problema de la energía. Hoy, estos sistemas ya se están utilizando en el sector militar”.
En este sentido, el especialista argentino señaló que además del sector energético, la nanotecnología tiene un fuerte potencial en el ámbito de la salud y del medio ambiente. “Si bien en el área de salud su avance es lento, la nanotecnología podría utilizarse para diseñar sistemas inteligentes para detectar enfermedades y eventualmente, mediante un anticuerpo, transportar y liberar un medicamento”, aseguró Soller Illia. En cambio, la aplicación de esta tecnología en el sector ambiental, afirmó el químico, avanza en el desarrollo de sistemas capaces de detectar pesticidas o contaminantes en los suelos.
FUENTE: Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.