Este evento ofrece una oportunidad única de profundizar en el proceso de investigación, explorar el trasfondo creativo y descubrir las historias humanas que sustentan esta obra. El evento se llevará a cabo en español y el enlace de Zoom se enviará a los miembros de la RCAI y a los participantes registrados aproximadamente cinco horas antes del inicio.
Para participar, quienes no sean miembros de la RCAI deberán completar previamente el formulario de inscripción disponible en el siguiente enlace: https://forms.gle/KTQ5nXgo1TMfvLAR6.
Esperamos contar con tu presencia en esta experiencia enriquecedora.
Aída Toscani de Churin: Historiadora y Narradora de Identidades.
Nace en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Aída Toscani de Churin ha dedicado su vida a la investigación histórica y a la docencia, con una trayectoria destacada en instituciones como la Universidad de La Plata, el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 122 de Pergamino y la UNNOBA. Es autora del libro “Pergamino. Una Historia de la Frontera bonaerense (1780 – 1825)” y de “Historia de Campesinos enlazando llanuras (1880 -1950)”, que explora la inmigración italiana de Emilia-Romagna hacia el Partido de Pergamino. Este último libro fue traducido al italiano, reflejando el impacto de las comunidades emilianas que vieron la migración de sus jóvenes hacia Pergamino.
HISTORIA DE CAMPESINOS ENLAZANDO LLANURAS. Historia de la inmigración italiana de Emilia Romagna en el Partido de Pergamino (1880-1950).
Síntesis del libro
Sobre los finales del siglo XIX cuando se produce la masiva llegada de inmigrantes a la región, éstos se encuentran con un lugar, como es el Partido de Pergamino, que fue construido por la sociedad original y criolla y que se conjugó en una historia de duros esfuerzos. Esa población desarrolló una economía mixta de agricultura y ganadería, que se combinó con un activo comercio y prestación de servicios, a quienes transitaban el camino.
Los inmigrantes italianos venidos de la Región de Emilia-Romagna entre 1880 y 1950 analizado lo constituyen 65 familia con un total de 137 personas. Ese conjunto se insertó en un espacio ya organizado. El cual comprendía sur de Santa Fe, sur de Córdoba y norte de la provincia de Buenos Aires un entramado social en el cual se advierten las diferentes matrices culturales, que indican continuidades y rupturas.
La clave del funcionamiento de la colonia emiliana-romagnola, al insertarse en la nueva comunidad receptora, fue reproducir y fortalecer el espacio social y de parentesco que ellos integraban. La densidad de las redes sociales construidas por los inmigrantes, fue su principal riqueza, ante la escasez y a veces inexistencia de capital económico
Las estrategias a través de las cuales se sustanciaron los distintos nexos fueron las prácticas endógenas en la organización de los matrimonios y la organización del trabajo en el interior de la familia que siguió las pautas de los agregados domésticos. Las mismas, eran formas internalizadas que los sujetos sociales hacían, de mandatos propios de las pequeñas aldeas campesinas, de donde provinieron todos los emilano-romagnolos.
El trabajo se divide en tres períodos fundamentales:
- 1880-1914: La llegada masiva de inmigrantes, su inserción como jornaleros en el espacio rural y el inicio de las prácticas de ahorro y arrendamiento. El flujo de inmigrantes es interrumpido por la Primer Guerra Mundial.
- 1920-1939: Una etapa de consolidación en la que las familias expanden su participación económica y social, a pesar de los desafíos del contexto global.
- 1945-1950: Años posteriores a la segunda guerra mundial en los que se observa una mayor integración cultural y económica, consolidando la propiedad de la tierra como símbolo de éxito y estabilidad.
La línea de tiempo establecida sigue los lineamientos de los aconteceres del conjunto de población bajo estudio.
En la primera etapa los inmigrantes se insertan productivamente en el espacio rural. Comienzan como jornaleros en especial en la cosecha del maíz. Cuando logran un mínimo de ahorro monetario y conocimiento en el manejo de la explotación agraria se aventuran a arrendar y, en familias con muchos miembros, hasta 300 hectáreas.
Barsky consideró al arrendamiento como la vía del crecimiento económico en la pampa húmeda y la denominó la vía pampeana del crecimiento (Barsky y Gelman, 2001)
El recorrido productivo llevó a que el 72% de universo bajo estudio haya logrado acceder a la propiedad de la tierra.
En el universo de personas bajo estudio la vía para resolver los conflictos en el espacio productivo, tanto en el ámbito rural como urbano, fue a través de prácticas asociacionistas (cooperativas, mutuales, sociedades de fomento). Las cuales permitieron optimizar los esfuerzos que realizaban, ante un sistema económico y social que obstaculizaba e impedía una equitativa redistribución de la riqueza.
Las tradicionales prácticas de la minga, (la ayuda entre vecinos y parientes) en la sociedad criolla, facilitó que se enraizara con fuerza estas otras formas del asociacionismo portada por los inmigrantes, que delineó el perfil de la sociedad del Partido de Pergamino, en el período analizado.
La probada inserción de los inmigrantes Emiliano-romagnolos, en la sociedad receptora, se advierte en los relatos de vida donde la frase “yo no me olvido de Italia, pero estoy agradecida a este país” se repite una y otra vez. Con esta última visión se termina este trabajo, pero no la inacabada historia de un Pergamino construido con tantas matrices culturales.